El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, ha presidido hoy el acto en el que la glorieta situada en la intersección de las calles Embarcadero, Agualuna y Calandria pasa a llevar oficialmente el nombre de ‘El Zapatero’, en homenaje a Antonio Moreno Acevedo, un vecino muy querido del barrio de El Embarcadero.

 

También han estado presentes los tenientes de alcalde delegados de Participación Ciudadana, Jorge Juliá, y de Urbanismo, Yéssica Rodríguez; los concejales delegados de Parques y Jardines, Ángel Martínez, de Juventud, Francisco Arango, del Mayor, Patricia Bueno, y de Emalgesa, Álvaro Márquez; una representación de la Asociación de Vecinos ‘El Embarcadero’ de la barriada de El Rinconcillo, con su presidenta Fina Puertos a la cabeza; la viuda del homenajeado, Carmen Mateo Muriel, sus hijos, familiares y amigos.                                                       

 

Cabe recordar que esta rotonda que se puso en funcionamiento en octubre de 2023, que cuenta con una isleta central de 12 metros de diámetro y una corona de circulación de 9 metros, forma parte de un proyecto de mejora de la movilidad y accesibilidad en uno de los accesos más importantes a El Rinconcillo y El Embarcadero desde la carretera A-7. Las obras incluyeron el ensanchamiento de aceras, la instalación de nuevas redes de evacuación de aguas pluviales y alumbrado público con ocho luminarias LED, más eficientes y menos contaminantes. La actuación supuso una inversión de 259.225 euros, financiada al 80% con Fondos Europeos dentro del Plan de Movilidad Urbana.

 

“Fueron muchos años de trabajo y numerosos trámites administrativos los que tuvimos que superar para poder hacer realidad esta rotonda, que supuso un antes y un después en la circulación y accesibilidad de este barrio”, ha señalado Landaluce.

 

Según ha explicado el primer edil “con este gesto rendimos homenaje a Antonio Moreno Acevedo ‘El Zapatero’, que fue un hombre trabajador, amable y servicial, que con su oficio se ganó el respeto y el cariño de generaciones. No solo arreglaba y fabricaba calzado para el barrio, sino que recibía clientes de toda la comarca, especialmente por sus famosos botines camperos. Su trato cercano, sus precios justos y su disposición para atender con rapidez a quien lo necesitaba lo convirtieron en una figura entrañable para todos. Queremos reconocer públicamente su entrega, su humildad y la huella que dejó en quienes le conocieron” y ha destacado que “esta rotonda y este nombramiento es un compromiso cumplido con la barriada y su gente”.

 

Durante el acto, la viuda de Antonio, Carmen Mateo Muriel, acompañada por familiares, vecinos y amigos, ha depositado un ramo de flores en la nueva glorieta, símbolo del cariño y recuerdo que su esposo dejó en el corazón de todos.